El Efecto de la Edad Relativa y la Teoría del "Underdog"
- Jorge Polvorinos Guillot

- 26 feb 2024
- 4 Min. de lectura
El efecto de la edad relativa (RAE) es un fenómeno ampliamente estudiado en la literatura científica no sólo en muchas modalidades deportivas, sino incluso en entornos escolares y académicos. Por resumirlo a grandes rasgos y ubicarlo dentro del fútbol, diríamos que se conoce al efecto de la edad relativa como las diferencias a nivel técnico, táctico, físico y psicológico que se dan en un mismo grupo de jugadores que vienen motivadas no por el nivel de los jugadores "per se", sino por su fecha de nacimiento.
Por entenderlo a modo de ejemplo, imaginemos dos jugadores que juegan en un mismo equipo de categoría Alevín, y situemos que uno de ellos ha nacido en el mes de Enero (Jugador A) mientras que el otro nació en el mes de Diciembre (Jugador B). El efecto de la edad relativa nos dice que el Jugador A mostrará un mayor rendimiento deportivo que el Jugador B no por que sea mejor que él, sino porque técnicamente es 12 meses más mayor, y por tanto muestra un mayor nivel de maduración y desarrollo. Esto implica a su vez que los jugadores nacidos en los primeros meses del año tengan mayores posibilidades de ser captados por mejores clubes, lo que repercute a su vez en que estos jugadores tengan una mayor calidad de entrenamiento, mejores medios... etc que no hará sino acentuar aún más las diferencias.
Sin embargo, en la búsqueda de esa "duda constante" que considero nos hace mejores profesionales, hoy rescato este artículo de Bolckmans, S. et al (fuente) en el cual analizan entre otras cosas lo que se conoce como "teoría del underdog".

¿Qué hicieron los autores?
Los autores realizaron la hipótesis de que los jugadores más jóvenes dentro de cada categoría pueden tener una mayor necesidad de poseer habilidades técnico/tácticas o psicoconductuales superiores a aquellos jugadores más mayores debido al incremento tasas de selección de jugadores de maduración temprana. En concreto, los objetivos del estudio fueron:
Examinar cualquier posible relación entre el RAE y los constructos de personalidad.
Identificar factores y efectos que pueden ayudar a mejorar aún más la selección de talentos y la igualdad de oportunidades para los jugadores de fútbol base en función de su RAE subyacente.
Considerar el impacto del RAE en el desarrollo profesional a largo plazo.
Para ello se realizó un estudio observacional retrospectivo, en donde 151 jugadores Belgas de entre 15 y 18 años fueron agrupados en cuartiles de nacimiento para después evaluar sus constructos de personalidad. Pasados 8 años se evaluó su nivel deportivo con el objetivo de analizar el RAE, diferencias en la personalidad y oportunidades de alcanzar el futbol profesional entre jugadores mayores y jóvenes.
¿Qué encontraron los autores?
Efecto de la Edad Relativa
Se observó una dominancia de jugadores que habían nacido en el primer cuarto de año (38,4%), seguidos por jugadores nacidos en el Q2 (26,5%), Q3 (21,2%) y Q4 (13,9%). Se comparó además estas estadísticas con la tasa de población Belga por cuartíles de año (azul oscuro).

Constructos de personalidad
Las puntuaciones medias más altas en los jugadores Belgas de élite se alcanzaron en constructos de personalidad como la confianza en uno mismo y mentalidad ganadora.
Las puntuaciones más bajas se alcanzaron para constructos de personalidad como orientación al equipo y autodesarrollo.
El único constructo de personalidad con una puntuación significativamente más alta para jugadores del Q4 con respecto a los del Q1 fue la confianza en uno mismo.
Relación entre RAE y carrera profesional.
Curiosamente, a pesar de que los jugadores nacidos en el Q4 eran menos, el 76,2% estaban contratados como futbolistas profesionales. Para los nacidos en el Q1, sólo el 46,6% mostraban un estatus similar.
De forma más concreta comparando Q4 con Q1, más jugadores nacidos en el Q4 fueron fichados como profesionales en el extranjero (47,6% vs 31%) como profesionales en primera división Jupiter Pro (19% vs 6,9%) y como profesionales en segunda división (9,5% vs 8,6%).

Relación entre personalidad y carrera profesional.
De los 20 futbolistas que obtuvieron la puntuación total más alta en constructos de personalidad, 13 jugadores (65,0%) recibieron un contrato profesional. Esto contrasta con los 20 jugadores con menor puntuación, de los cuales sólo 7 (35,0%) eran profesionales.
De los 20 jugadores de fútbol que tuvieron el puntaje total más bajo en los constructos de personalidad, más (6/20, 30%) jugadores terminaron su carrera o no pudieron firmar con un club, en comparación con los 20 con mayor puntuación, en donde el porcentaje de retirada o abandono fue del 0%.

Implicaciones prácticas
En mi opinión, lo interesante como tal de este estudio no es la evidencia adicional que se aporta sobre la existencia del efecto de la edad relativa en las academias de fútbol, sino la evidencia proporcionada en torno a la “teoría del underdog” y sus potenciales beneficios en el desarrollo de los jugadores.
Según los resultados obtenidos, los jugadores con una menor edad relativa tienen más opciones de alcanzar un contrato profesional en el futuro. Esto podría venir justificado por la necesidad de estos jugadores de desarrollar herramientas psicológicas y habilidades técnicas superiores para compensar la desventaja física con respecto a sus compañeros. Esta situación sostenida en el tiempo provoca que estos jugadores tengan un mejor nivel técnico y unas capacidades psicológicas como el aprendizaje autorregulado y la autoevaluación que les hace más idóneos para ser seleccionados una vez la desventaja física se va mitigando con el paso de los años.
Es por ello que, analizado este artículo, el quid de la cuestión no es únicamente el cómo mitigar los efectos de la edad relativa en los procesos de captación, sino el conseguir hacerlo sin perder los beneficios derivados de acumular horas de práctica en una inferioridad física contra rivales más maduros a nivel biológico.
Por ello, algunas de las ideas para provocar estos escenarios de mayor exigencia en academias de fútbol pueden ser por ejemplo:
Organización de partidos internos entre equipos de diferente edad (ej: Sub11 vs Sub12).
Mezclar equipos y edades en sesiones de entrenamiento, de forma que los jugadores deban adaptarse a unos nuevos compañeros de diferente grupo de edad.
Especialmente en el caso de los jugadores nacidos en el Q1, invitarlos con regularidad a participar en las sesiones del equipo de superior categoría.
A la hora de diseñar las tareas, tener en cuanto no solo las posiciones o el perfil del jugador sino también las diferencias en la edad dentro de un mismo equipo.







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